martes, 14 de diciembre de 2010

Marisol Fuenzalida O.

"En mayo del 2009 tuve una operación de una hernia lumbar en L5S1. A la semana de la operación me vino una radiculitis post-operatoria, quedando con mucho dolor en la pierna izquierda, que empezaba en la espalda, seguía con la cadera, el muslo, bajando por el lado externo de la pierna y terminaba en la punta de los pies.

Ahí llegué con mucho dolor a realizarme las primeras terapias de biomagnetismo, en ese tiempo a penas me podía poner de pie, en la primera sesión al ser acostada no sentí alivio, ya que al mantenerme en esa posición me presionaba el nervio.  Pero durante esta misma tenía otras dolencias, un dolor punzante en el brazo, como una tendinitis, este dolor al segundo día ya no estaba. Los imanes detectaron operaciones y exámenes de lo que yo ya no me acordaba, como por ejemplo, hace diez año atrás me habían hecho una punciones en la zona lumbar.
La segunda sesión fue sentada, en esta sentí un mínimo de alivio, pero al llegar a la casa estaba muy agotada siguiendo al otro día casi igual. Al tercer día ya tenía más alivio.
En la tercera sesión, incluso podía conversar bien en el regreso a la casa, salí del auto apoyada solo con el bastón (anteriormente no podía bajarme sola), sin necesidad de ayuda externa.
En este momento sigo el tratamiento de medicina tradicional junto con más terapias de biomagnetismo. Y así han pasado las siguientes sesiones, mostrando mejoría. Durante este tiempo me diagnosticaron una fibrosis lumbar. Me he sentido realmente con mucho más ánimo desde que empecé con estos tratamientos, mi cuerpo ha reaccionado de mejor manera y emocionalmente estoy más firme".

Marisol Fuenzalida O.
22.11.2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario